CUPCAKES DE CREMA DE ORUJO

Holaaaaa!!!! Os traigo una recetita que UHMMMMMMMM!!!! tiene todo lo necesario para ser una receta 10: esponjosa, deliciosa, con un olorcito tremendoooooo... ufff no sigo que se me cae la baba!! Además es una de esas recetas que ofrece un montón de posibilidades: cambias la crema de orujo por cualquier otro licor y: TACHÁN!!! Nueva receta... En la foto de los ingredientes sale también mi "adorado Dubör" y un molde de bizcocho porque yo doblé los ingredientes y a parte de los cupcakes también hice una tarta... je je je

• 125 g de azúcar
• 125 g de mantequilla a temperatura ambiente
• 2 huevos
• 175 g de harina de trigo
• 8 g de levadura tipo royal (medio sobre)
• Una pizca de sal
• 100 ml de crema de orujo

Precalentar el horno a 180º

Preparar la fuente de muffins con 11 papelitos de cupcakes (es importante que sean de buena calidad, porque si no se quedarán aceitosos y ese precioso dibujo que tenían habrá desaparecido por arte de “grasa”).

Batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. (Para este paso hay varias opciones pasando por las más caras como Kitchen Aid, Thermomix, Mycook y similares; o usando lo que todos tenemos en casa: la batidora con varillas, o también si queremos tonificar brazos podemos hacerlo manualmente con las varillas de toda la vida).

Añadir los huevos batidos con la vainilla poco a poco y seguir batiendo hasta que la mezcla sea homogénea.

Incorporar la harina mezclada con la levadura química y la pizca de sal. (Es muy importante que esté tamizada, bien con un colador, un tamiz, un aparatito que venden para tal menester, un molinillo… lo que sea, pero que ambas estén tamizadas siempre, para toda receta de repostería, es uno de los pasos llamémosle: “impepinable”.

Añadir la crema de orujo y batir hasta integrar.

Repartir la mezcla entre los papeles para cupcakes. (Rellenarlos 2/3 partes)

Hornearlos entre 20 y 22 minutos, o hasta que al pincharlos con un palillo salga limpio.

Sacarlos del horno y dejar en la bandeja de hornear unos 3 minutos, sacar con cuidado a una rejilla para que enfríen.

Y éste es el resultado: suaves, ligeros, tiernos... con un color clarito que invita a pegarles un bocado sin esperar a que enfríen!!!

Espero que los probéis, pero luego no valen repoches: porque son un vício! Gracias por vuestros comentarios porque son el alma de este blog. Dulces besotes!!!!!!!